Vacaciones con mascotas

Cada vez son más las personas que se van de vacaciones con sus mascotas, y por suerte, cada vez hay más establecimientos que aceptan mascotas.

Es más común viajar con perros ya que los gatos son muy sensibles a los cambios y en estancias de pocos días es mejor que se queden en casa donde alguien pueda ocuparse de ellos. Además, debemos tener en cuenta que depende de donde vayamos, el gato puede escaparse.

Hasta hace unos años, las mascotas eran admitidas principalmente en cámpings, ya que se trata de estancias abiertas y cerca de la naturaleza, pero tenían el acceso restringido a hoteles, hostales y apartamentos.

Pero en la última década se han ido sumando, primero casas rurales y luego, hoteles y apartamentos vacacionales, en parte fomentada por el aumento del número de mascotas y por la mayor sensibilización de la población respecto a su trato y consideración.

Una vez elijamos el destino de vacaciones y tengamos claro como realizaremos el transporte (coche, tren, avión, barco), podemos centrarnos en encontrar un alojamiento “dog-friendly”.
Es tan fácil como marcar la opción “admite mascotas” en los buscadores vía internet, o si vamos a viajar con agencia, especificarlo a la persona que nos atienda. Siempre es aconsejable contactar directamente con el establecimiento para que nos aclare bajo qué condiciones podemos llevar a nuestro perro y/o gato.

Cuando lo tengamos decidido, debemos pedir cita con nuestro veterinario para que le haga una revisión, y le desparasite interna y externamente si procede. Si viajamos a zonas muy calurosas hay que tener en cuenta que suele haber más concentración de parásitos.

Igual que nosotros haremos nuestra maleta, debemos hacer una bolsa especial para nuestro perro o gato con sus mantas, cama, juguetes, comederos y si toma alguna medicación, no olvidarla. Por último es recomendable llevar suficiente comida para toda la estancia porque quizás no encontremos su pienso en la zona donde nos alojaremos, y un cambio brusco de alimentación podría causarle una gastroenteritis.

Y ya sólo nos queda ¡disfrutar!